El efecto balsámico del vinagre italiano no sólo deleita a nuestros clientes, sino que también es cada vez más reconocido en la cosmética y los tratamientos de bienestar y belleza. La tendencia hacia la cosmética ecológica es ininterrumpida y los fabricantes prescinden cada vez más de los aditivos químicos en sus cremas, tinturas y champús. Lo que mucha gente no sabe: El vinagre balsámico ya pasó a la historia como remedio hace muchos cientos de años. El balsámico se utilizaba, por ejemplo, para aplicaciones externas contra las inflamaciones de la piel, como remedio contra la peste o como medicamento contra los problemas digestivos. Lucilla es la primera crema antiedad que contiene como ingrediente auténtico Aceto Balsamico Tradizionale di Modena, rindiendo así homenaje a esta tendencia. El fabricante de cosméticos Lush también vende actualmente un champú que contiene vinagre balsámico orgánico y que supuestamente da más brillo al cabello. Los médicos de EE.UU. incluso dan fe de las propiedades del vinagre para reducir la insulina en los diabéticos.
Los que ya han probado un verdadero vinagre balsámico tradicional suelen utilizarlo sólo gota a gota y con moderación. Para muchos clientes, un Aceto Balsamico Tradizionale di Modena es una recompensa para el momento especial.